*Cerocahui: promesas rotas y más violencia *ICHITAIP sobrevive por maniobra local * Olson, el rostro radical del PAN


*Cerocahui: promesas rotas y más violencia

*ICHITAIP sobrevive por maniobra local

* Olson, el rostro radical del PAN

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Hoy se cumplen 3 años del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, quienes en un intento de ayudar y resguardar al guía de turistas Pedro Palma, todos fueron asesinados a los pies del altar dentro del templo San Francisco Javier, en la comunidad de Cerocahui.

A pesar de las promesas de Andrés Manuel López Obrador, hoy en día la violencia sigue en toda la Sierra Tarahumara y la presencia de los grupos criminales aumenta, rebasando por mucho a las instituciones de los tres niveles de gobierno.

Los Diálogos Por La Paz que fueron firmados meses después del multihomicidio, no han servido para nada, y según los propios religiosos de la sierra, sólo el Gobierno del Estado ha mostrado alguna intensión de apoyar y de generar un cambio real, aunque sin la ayuda de la Federación, ha sido insuficiente.

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En teoría hoy debería desaparecer el ICHITAIP, pues la fecha límite era el 20 de junio según la reforma promovida por López Obrador y la hoy presidente Claudia Sheinbaum, con la cual se ordenó eliminar todas las instituciones de transparencia a nivel nacional para ellos poder hacer y deshacer sin rendirle cuentas a nadie.

En Chihuahua se cuenta con tres comisionados, Sergio Facio, Karla Fuentes y Selene Prieto, quienes serán rescatados por la gobernadora Maru Campos, quien ha echado mano de los diputados del PAN y sus aliados para aprobar, una prórroga para su desaparición y posteriormente, adherir ese instituto a alguna dependencia estatal.

Para tal efecto, se ha dicho que Roberto Fierro levantó la mano para que sea la Secretaría de la Función Pública la que absorba al ICHITAIP, aunque no sabemos si ese será el perfil adecuado para dirigir un organismo que demanda disciplina administrativa, de esa que carece Fierro y su equipo de trabajo.

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El antianimalista Carlos Olson San Vicente, creyéndose Dios como lo ha venido haciendo desde hace tiempo, está muy indignado porque en pleno siglo XXI las autoridades se encuentran prestándole atención a los temas de maltrato animal.

El diputado de ideología supremacista, odiado por morenistas, panistas y priistas, dice que en Chihuahua la gente está humanizando a los animales, y aunque de cierto modo lo acompaña la razón, él se refiere a la defensa común que se debe hacer en contra del maltrato y la crueldad animal.

Carlos Olson se ha convertido en la típica figura panistas que debe quedar atrás, si es que el partido no quiere terminar sepultado como el PRI, y es que, éste señor a todos tiros intenta decidir sobre las mujeres, quiere imponer la religión ante el pensamiento crítico, juzga las preferencias ajenas y ahora va contra los pobres e indefensos animales.